¿Por qué no hay que dejar de entrenar en Navidad?

¿Por qué no hay que dejar de entrenar en Navidad?

La Navidad, las vacaciones, las celebraciones, las grandes comidas… en estas fechas muchas personas optan por dejar de hacer deporte. “El 90 por ciento de los planes de ejercicio van encaminados a la pérdida de peso y durante esas fechas se desvanece el esfuerzo que se hace durante el resto del año”, explica Jesús Hernández, entrenador personal de Blua de Sanitas.

Según Hernández, la razón principal de dejar de hacer ejercicio en Navidad es “que vamos a cometer excesos comiendo y bebiendo, y al saber que nos va a perjudicar, damos por perdido nuestro objetivo y, con ello, el entrenamiento”. Otro motivo de la dejadez es la intención de posponerlo para el comienzo del próximo año: “Para ayudar a acallar nuestra conciencia nos decimos que es mejor empezar definitivamente en enero, aprovechando así los propósitos de nuevo año”.

 

Beneficios

Tanto en Navidad como en cualquier otra época del año se recomienda no dejar de entrenar. “El cuerpo está hecho para moverse y al dejar de hacerlo podemos enfermar. La actividad física y, más concretamente, el ejercicio es el único medicamento para tratar este problema, no tiene efectos secundarios y no puede ser más barato”, señala el entrenador personal, quien destaca tres beneficios de su práctica en Navidad:

  1. Mantener el hábito: continuar con ello es crucial para conseguir cualquier objetivo, ya sea mantener una buena salud, perder peso o no ganarlo.
     
  2. Mejor eficiencia metabólica: favorece la mejor distribución de los nutrientes, evitando una mayor acumulación de grasa.
     
  3. Mejorar el balance calórico: el ejercicio es también un apoyo importante para tener un balance calórico consecuente con nuestros objetivos.

Aunque “el descanso es necesario para el cuerpo y es parte del propio entrenamiento, si va más allá de lo que se necesita, nuestro rendimiento disminuye y nuestra salud se ve perjudicada de manera progresiva con todo lo que conlleva el sedentarismo y la falta de ejercicio físico”, explica Hernández. Los efectos son “directos, pudiendo empeorar física y emocionalmente nuestra calidad de vida”, añade.

 

El ejercicio no contrarresta los excesos

Hacer ejercicio tiene efectos positivos para nuestra salud pero no compensa los excesos. En Navidad, uno de los dulces típicos, el polvorón, “tiene aproximadamente 200 kilocalorías, con más del 50 por ciento de grasasequivalente a 30 minutos de trote para compensarlo directamente. Esto indica que no podemos utilizar el ejercicio como herramienta directa para contrarrestar todos los excesos”, dice Hernández.  

Sin embargo, el ejercicio es un “gran apoyo y, por ello, sería interesante aumentar proporcionalmente la cantidad de movimientoA mayor intensidad podemos quemar un mayor número de kilocalorías, ya sea durante la actividad o por el efecto de la alta intensidad en el cuerpo al terminar el entrenamiento, pero no todo el mundo puede llevarlo a cabo”, especifica el entrenador personal.

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Organización de la rutina física en Navidad

Para no dejar de hacer ejercicio en Navidad, Hernández propone un plan de entrenamiento, teniendo en cuenta que cada persona tiene unas características diferentes en lo que al deporte se refiere:

  • Realizar durante tres o cuatro días ejercicios de fuerza mezclados con ejercicios aeróbicos.
     
  • En el entrenamiento se practicarán todos los ejercicios a modo de circuito.
     
  • Se realizarán entre 10 y 15 repeticiones, cantidad adecuada para comenzar y conseguir fomentar el acondicionamiento físico general.
     
  • Cada sesión durará aproximadamente una hora.
     
  • Los ejercicios deben ser globales, moviendo una gran cantidad de músculos simultáneamente.

Para entrenar en el gimnasio, el entrenador de Blua de Sanitas sugiere la siguiente tabla de ejercicios:

  • Hacer un calentamiento en el que se realicen durante un periodo de tiempo de entre 5 y 10 minutos ejercicios de bicicletacaminarcorrerremo y elíptica. Añadir otros tres minutos de movilidad articular.
     
  • La parte principal del entrenamiento durará entre 30 y 40 minutos y constará de varios ejercicios, como sentadillas, flexiones de brazo, jalón al pecho, zancadas, remo con barra, press de hombros y planchas frontales. En cuanto a la ejecución de los ejercicios, Hernández señala que se “realizarán tres vueltas al circuito, dejando entre uno y dos minutos de descanso entre cada vuelta, y entre 10 y 15 repeticiones por ejercicio, dejando 15 segundos de descanso entre ellas”.
     
  • Por último, se volverá a la calma, realizando los mismos ejercicios que en el calentamiento, con la misma duración, a excepción de los tres minutos de movilidad articular.